Descripción
No sé si nos volveremos a encontrar. Lo único en lo que quiero insistir, es en las palabras del adolescente, en este momento, Leonardo Sadovnik, participante en Viva lo breve 98, y a quien nunca volví a ver después de aquella tarde en la que me reveló algo para mí sabio e irrefutable, porque soy un testimonio vivo de esa verdad: “La gente que escribe se va liberando de sus cositas y se vuelve menos peligrosa que los demás”.
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